¿Quién no ha tenido la duda de qué lugar elegir para sus devaneos gastronómicos dependiendo de cuál sea la ocasión? Para aquellos que, como yo, han buscado desesperados el sitio perfecto y no han encontrado ninguna ayuda, surge este blog cuya única ambición es esa, ayudar a que la elección sea perfecta. Bienvenidos al templo de la mesa y el mantel
jueves, 11 de noviembre de 2010
Laia. Un equipo ganador
Después de recibir una ferviente recomendación culinaria, y tras anular otro plan que teníamos previsto, decidimos disfrutar del siempre agradable placer de visitar Hondarribia.
Pero llueve mucho, mucho, y lo que parecía que iba a ser un paseo previo para "hacer hambre" se convierte en una carrera de obstáculos para llegar al coche rápidamente y encontrar ese sitio del que tan bien te han hablado. Y entonces empiezas a subir, y a subir, por una carretera que en tu interior piensas que no lleva a ninguna parte. Y te convences: "nos hemos perdido, no voy a decir nada, pero nos hemos perdido"... y después de varias curvas imposible que con lluvia no parecen más amistosas, ves un cartel enorme con su nombre y la entrada a un caserío precioso y de magníficas vistas.
Laia, ese apero de labranza que se usa en grupo. No sé si yo utilizaría un nombre así para designar a un restaurante, pero lo que es cierto es que en este lugar el trabajo en equipo es fundamental.
El entorno, desde una sala completamente acristalada que permite divisar todo el monte, los baserris cercanos, las ovejas pastando, y ver el cielo cambiante, un espectáculo perfecto. La cocina, que prepara delicias desde una simple ensalada digna de un rey al besugo al horno, con todo el sabor sin necesidad de artificios. La sala, luminosa, espaciosa y maravillosamente atendida por sus camareros, cercanos, amables, y simpáticos. Una laia (o laya castellanizada) que funciona a las mil maravillas.
Buena cocina a precio medio, ni muy caro, ni muy barato, para familias o parejas, con una gran explanada que los niños suelen aprovechar en los cafés. Poco conveniente para reuniones de trabajo por lo poco discreta que es su distribución y por lo complicado de su acceso. También por lo fácil que resulta distraerse y abstraerse con un paisaje tan bucólico. Perfecto para una celebración familiar, sobre todo, para una boda.
Recomiendo reservar antes de acudir y no beber mucho porque la bajada será dura.
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Laia: Barrio Arkolla 33 ( Hondarribia) - 943 64 63 09
(fuente imagen www.blogs.diariovasco.com/index.php/sopadeganso)
jueves, 4 de noviembre de 2010
Tempestad en Igeldo. Ekaitz Jatetxea
Se puede comer muy muy pero que muy bien sin tener que rehipotecar la casa y el coche. De esta frase existen muchos ejemplos que iré soltando poco a poco para que no se os acumulen los lugares. En esta ocasión le toca a todo un clásico donostiarra. Ekaitz Jatetxea (Para aquellos que no lo sepan, Ekaitz es un nombre masculino que significa tormenta o tempestad)
Creo que serán poco los ñoñostiarras que no hayan ido u oído hablar de este lugar, por su nombre o como “polipaso”, sinecdoque por la zona en la que se sitúa.. De hecho, sorprende la imposibilidad de conseguir una reserva en fin de semana, ya sea para el comedor interior, la taberna o la misma terraza en verano, llames a las nueve de la mañana para la comida, o a las tres de la tarde para la cena.
Las claves: Un lugar acogedor, una cocina tradicional hecha con mucho mimo, con productos de primera calidad y para todos los gustos, y un servicio cercano y agradable. El resultado no puede ser otro. Un rincón para disfrutar de la mesa y la compañía.
Además, para aquellos que vengan de fuera, les interesará saber que es uno de esos lugares que aún no está corrompido por los turistas y en el que se puede disfrutar de verdad de la frase ya algo manida de: es un sitio típico de AQUÍ.
También el camino, de subida al Monte Igeldo, no tiene desperdicio. Por las mañanas puedes ver el paisaje extraordinario a los lados de la carretera, y por la noche, se siente esa sensación de carretera perdida, oscura, sin casi luz, que para mí no tiene precio (que el conductor no beba sería un plus).
Apto para todo tipo de bolsillos (entiéndase bien que no es gratuito pero si muy asequible), de comensales, de grupos, parejas, familias, etc
Siempre llamar antes para reservar, y como decía , evitar las llamadas de último minuto.
___________________________________________________________Creo que serán poco los ñoñostiarras que no hayan ido u oído hablar de este lugar, por su nombre o como “polipaso”, sinecdoque por la zona en la que se sitúa.. De hecho, sorprende la imposibilidad de conseguir una reserva en fin de semana, ya sea para el comedor interior, la taberna o la misma terraza en verano, llames a las nueve de la mañana para la comida, o a las tres de la tarde para la cena.
Las claves: Un lugar acogedor, una cocina tradicional hecha con mucho mimo, con productos de primera calidad y para todos los gustos, y un servicio cercano y agradable. El resultado no puede ser otro. Un rincón para disfrutar de la mesa y la compañía.
Además, para aquellos que vengan de fuera, les interesará saber que es uno de esos lugares que aún no está corrompido por los turistas y en el que se puede disfrutar de verdad de la frase ya algo manida de: es un sitio típico de AQUÍ.
También el camino, de subida al Monte Igeldo, no tiene desperdicio. Por las mañanas puedes ver el paisaje extraordinario a los lados de la carretera, y por la noche, se siente esa sensación de carretera perdida, oscura, sin casi luz, que para mí no tiene precio (que el conductor no beba sería un plus).
Apto para todo tipo de bolsillos (entiéndase bien que no es gratuito pero si muy asequible), de comensales, de grupos, parejas, familias, etc
Siempre llamar antes para reservar, y como decía , evitar las llamadas de último minuto.
Ekaitz Jatetxea: Aita Orkolaga 131 (Casa Polipaso) Igeldo - San Sebastián
943217349
(fuente imagen www.everytrail.com, siento la calidad pero no he encontrado más fotos)
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